Inseminación artificial en caninos con semen refrigerado
Esta técnica se utiliza cuando los dos reproductores viven en lugares distintos a distancias considerables. Por lo que no es necesario que el perro o la perra se desplacen de su lugar habitual, además de que elimina el estrés del transporte, así como evita gastos de desplazamiento y alojamiento.
Colecta del semen
La técnica para llevar a cabo este tipo de inseminación consiste en que un veterinario recoge el semen del macho y lo evalúa. Previamente el perro ha pasado una evaluación reproductiva realizada por un veterinario. Tema que con anterioridad tratamos en el post “Evaluación de la fertilidad en caninos”. La colecta de semen debe realizarse en una habitación separada sin mucha gente para que el animal no se distraiga y esté tranquilo durante la extracción del semen. Se puede utilizar una perra en celo para emular las condiciones naturales de monta. Si no se dispone de hembras, es posible utilizar gasas impregnadas de la secreción vaginal de una perra en celo, para aumentar la estimulación del macho.
Primero se realiza la estimulación manual hasta conseguir la eyaculación. Se colecta mediante tubos y embudos que facilitan la separación de las distintas fracciones. Sólo se colecta la fracción rica en espermatozoides. La fracción prostática es desechada, debido a su baja concentración de espermatozoides, además su contenido perjudica la calidad del eyaculado.
Se procede a una evaluación de la calidad del semen. Los parámetros a evaluar son: volumen, apariencia (consistencia/ color), pH, concentración, motilidad espermática, así como las anormalidades morfológicas. En la tercera entrega de la serie “Evaluación de la fertilidad en caninos” hablamos mas a detalle de este aspecto.
Extensores
Siguiendo las recomendaciones del fabricante el semen que cumple con los parámetros de calidad es diluido en un extensor de semen. Este extensor proporcionará a los espermatozoides las condiciones para extender (de ahí su nombre) los parámetros de calidad del semen y protegerlo de las variaciones en la temperatura durante el transporte, hasta su uso al ser inseminado en la perra.
Diferentes extensores son los que se encuentran en el mercado. Algunos de ellos listo para su uso sin necesidad de añadirle ningún otro componente. Algunos de ellos son formulados dependiendo el tiempo que se desea conservar el semen antes de la inseminación.
Una vez realizada la dilución se procede al enfriamiento del semen hasta los 4 grados centígrados y se envía en un recipiente térmico a otro veterinario, que será quien practique la inseminación, después de controlar el estado de conservación del esperma (reevaluarlo), así como la disponibilidad de la hembra.
Esta técnica requiere de sincronía de los diferentes pasos para que sea exitosa y se observa en la siguiente imagen. El semen se puede depositar en la vagina o en el útero utilizando un endoscopio.
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